A veces uno cree en personas que ve como referentes, en donde pone toda su confianza y siente que ha encontrado a una persona capaz de entender la labor docente en el verdadero sentido de la palabra, pero según pasan los años uno puede llegar a encontrarse con personas que en lo único que se ocupan es de cuidar su estatus y lugar y que los que están más abajo no puedan opinar, sólo acatar, acatar ordenes envueltas en ideas necias y arrogantes, en donde uno sólo debe agachar la cabeza con total impotencia, ya que sus palabras no son escuchadas.
Realmente hay personas en ésta labor que cuando llegan a un lugar "privilegiado" se olvidan que ellos también fueron simples artesanos de la Educación. Obviamente no es el caso de todos, pero siempre aparecen por ahí, alguna que otra de éstas personas.
Uno se entrega entero ante la labor de los niños para que ellos aprendan, mejoren su pensamiento, reconozcan que hay ideas y actitudes que pueden cambiar para mejorar el mundo. Pero todo ésto se logra si hay unidad, si estamos apoyados, si se trabaja bien, y sobre todo si estamos guiados por personas capacitadas y libres de ese orgullo arrogante que nos hace pensar que a veces estamos solos, luchando contra una corriente que no deja de tirarnos, pero igual sobrevivimos.
Cuando nuestra palabra se vuelve sorda ante los oidos de quienes nos representan, cuando sus ojos se cierran ante lo que queremos mostrarles, cuando su boca se cierra ante una pregunta nuestra que lleva a la verdad, es cuando estamos frente al mal uso de una labor hermosa.
Creo que todos tenemos el derecho a mostrar nuestras ideas y pensamientos, a ser eschucados, respetados y tenidos en cuenta, porque no hay nada más importante en ésta labor que el futuro de los niños, y si hay que luchar contra la corriente o convertirse en Don Quijote contra los molinos, seremos hijos de Cervantes, pero la educación debe ser usada siempre de forma armoniosa y no con arrogancia para mostrarse ante otros.
Que ésta labor sea el ideal que cada uno quiere para sus hijos, ya que con ellos nosotros construimos el futuro, y jamás dejemos que los "tres monos" nos prohiban servir en libertad y con felicidad.
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